lunes, 9 de abril de 2012

Desastre en el corazón verde. 3ª parte

El Incendio.


Es de sobra conocida la gran oposición de los vecinos de las Fragas do Eume a la declaración de Parque Natural. Algo similar ocurrió en su día con el Parque de Corrubedo. La pérdida de derechos de las tierras es una de las consecuencias más significativas que se producen cuando una zona se declara protegida. Las zonas de ampliación de Red Natura están levantando muchas ampollas en el rural gallego, que interpreta como una expropiación de sus tierras. Este año la madera de eucalipto se está pagando bien. Muchos silvicultores están talando sus montes para obtener un beneficio que viene muy bien en esta época de crisis. Los dueños de las parcelas situadas en el Parque de las Fragas do Eume no pueden tocar ni un solo árbol, que hasta 1997, el año de declaración de Parque natural, habían sido suyos.

La tragedia se llevaba fraguando desde hacía tiempo: la ausencia de un plan director para el parque que permitiese una explotación sostenible, la ampliación de las zonas de Red Natura y la crisis actual fueron, a mi entender, las causas que propiciaron el fuego
  
Prender fuego a un monte no es nada fácil. Una zona de matorral es la adecuada. Debería de tener un fácil acceso, a poder ser en vehículo y además debería tener unos accesos en las proximidades que le permitieran desaparecer lo antes posible: la autovía de Ferrol-As Pontes-Vilalba o la carretera Cabanas-As Pontes son dos vías adecuadas para desaparecer rápidamente. De cualquier forma si se quiere causar un desastre en las Fragas no tiene sentido jugársela por la carretera de Caveiro, una auténtica ratonera. Por el lado de Monfero son carreteras secundarias y el acceso es complicado.



Las noticias apuntan a la Pena do Crego como lugar de inicio del fuego. Desde O Galei parte una pista de tierra por la que un puede transitar un turismo. Hemos pasado por esta pista en varias ocasiones en diferentes raids.






Prender fuego y salir pitando ese era el objetivo del pirómano. La velocidad del viento (50-60 km hora) y la sequía harían el resto.Tal vez no fue tan sencillo. El día de la tragedia hubo una alerta de incendio en ese mismo lugar dada a las 11 de la mañana por unos btteros. Al parecer la zona estaba ya quemada y los ciclistas vieron que el fuego volvía a brotar. Al desplazare los guardabosques no vieron nada anormal. Luego vino la tragedia. Tal vez al 2º intento ¿o fue al 3º?. La zona ya había ardido hacía poco pero era una bomba de relojería. Tan solo hacía falta prender la mecha.



El desarrollo de los acontecimientos lo podemos ver, de forma gráfica en el siguiente enlace (muy bueno):


Al final las cifras: la superficie quemada, unas 900 Ha.

 

Las especies que han ardido.


La superficie de fraga que se ha quemado (según mis estimaciones unas 380 Ha):


Y por último la superficie de fraga quemada con relación al total del parque. 




 Consecuencias.

Mucho se está hablando de las consecuencias del incendio en las Fragas do Eume. Se escuchan auténticas barbaridades en los medios de comunicación, sobre todo de políticos y ecologistas. Para arrojar un poco de luz  vamos a diferenciar dos tipos de consecuencias: 

1. Sobre el terreno. La principal consecuencia será la pérdida de la capa fértil del terreno si se producen lluvias intensas. Un terreno quemado es más impermeable que uno con vegetación. Por lo tanto aumentarán los volúmenes de escorrentía a evacuar por las redes de drenaje generándose pequeños derrumbes y un arrastre de sólidos al medio fluvial. Esto se evitará haciendo una revegetación de urgencia. De todas formas las especies oportunistas brotarán rápidamente generando una cobertura vegetal que evitará el desastre. Confiemos en que llueva de forma suave e intermitente con días de calor y sol. 


2. Sobre el río Eume. La posible afección del las cenizas sobre las aguas del Eume es la que ha provocado un mayor número de comentarios: desde exigir la colocación de barreras anticontaminación como si de chapapote se tratara hasta pronosticar una grave afección al marisqueo de la ría de Ares (que dista mucho de alcanzar productividades similares a las rías de Arousa o Vigo). Recordemos que el río Eume se murió con el desastre del Chamoselo. No se vió entonces a ningún ecologista ni político de los que ahora se rasgan las vestiduras clamando por aquel desastre. Ni tampoco se creó ningún colectivo en defensa del río Eume ni se organizaron concentraciones ciudadanas. Además poca gente sabe que el río Eume no existe en un tramo de 3 km aguas abajo de la central del Eume: va entubado y sin caudal ecológico alguno. De afecciones al río Eume podríamos escribir mucho. Pero, en el caso que nos ocupa, el mayor impacto va a ser un aumento de la turbidez del río (nada del otro mundo ya que en otoño debido a las lluvias y al aumento de caudal, a los arrastres de suelo y de materia orgánca procedentes de la caía de las hojas, todos los ríos aumentan su turbidez). 

Otra consecuencia será una afección a los frezaderos como consecuencia de la sedimentación de las cenizas. No obstante la época de freza va de noviembre a febrero así que este año no habrá problemas y para el próximo, las crecidas limpiarán estos frezaderos. Habrá, eso sí, afección importante a los alevines que queden en el río ya que no podrán remontarlo río arriba como consecuencia del nulo caudal ecológico en el tramo derivado por la central del Eume. Solo sobrevivirán aquellos que remonten los afluentes en las zonas que no se quemaran. Y por último, probablemente veamos este verano cenizas en las playas de la ría de Ares pero la afección a los fondos marinos y el desastre ecológico que se avecina será similar a lo ocurrido tras los incendios del 2006 que asolaron Galicia: ni en Cee tuvieron problemas con la almeja despues de las inundaciones.

 


1 comentario:

  1. Muy buen documento.
    Ayer, Domingo ... fui a ver las Fragas... como lo hacía algunas otras veces... también he ido cuando se estaba quemando...
    Me llenó de alegría ver que hay una parte que pensaba que estaba quemada... se puede disfrutar de varios tramos... de su verdor... de su agua de color verde-azulada... de distintos matices del verde... a pesar de la sequía...
    Volveré y sería indispensable que entre todos los que amamos Galicía... tuviésemos la voluntad de hacer algo.
    Gracias por tú gran y magnifico documental.

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